Intenta mantenerte sobrio en mi familia... no es divertido.
Estamos hablando de un núcleo donde las fiestas duran, por lo menos, 3 días:
¿Cómo esperan que me mantenga sobria? ¿Cómo no interrumpir mis tratamientos para poder brindar de vez en cuando? Si soy alcohólica no es (del todo) culpa de mi familia, naa, es mi rollo. Es mi necesidad de hacer las vidas ajenas más interesantes; o mi interés por dejar de sentirme sola; o el calor, o la visita, o hasta el aburrimiento. Soy alcohólica social y de buró; de margaritas y mojitos, y de pulque y chelas; bebo en el bar, el antro, el oxxo y la cantina. Soy alcohólica y dicen que el primer paso es aceptarlo, la cosa es que no quiero seguir caminando. No quiero dejar de serlo. La verdad es que lo disfruto. Mi ex me dijo una vez: -Me gustas más cuando tomas. :v No fue la primera ocasión que me hizo reflexionar al respecto; pero es la que más recuerdo. Ésa y la semana santa que pasé de bar en bar de lunes a lunes sin falta. Sigo pensando sobre ello. Estoy en un buen punto de mi vida donde tengo un trabajo que amo, es remunerado (yay!), tengo mis huesos de vez en cuando, estoy haciendo un posgrado, estoy cuidando mi cuerpo y mi salud, y volví a la vida luego de varios meses de estar moribunda. Lo único que me falta para alcanzar mi nirvana es: una IPA bien fría.
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Despierto tarde, enferma. Y me levanto para sentirme todavía peor, enterándome de que murió uno de los mejores amigos de mi papá, de toda la vida. Mi tío postizo.
Se murió de cáncer. Hace más de un mes. Hace más de un puto mes. Lo más probable es que falleció por ahí de mi cumpleaños, lo cual hace que me sienta peor. Así que todo el día mi padre anda deambulando, se le nota el shock. Fuma, bebe, lo abrazo pero me rechaza. Cada vez que se juntaban este par de dos, algo pasaba; no me refiero a una situación ordinaria de dos compas... NO, un desmadre real pasaba: inundaciones, bancarrotas, barandillas, fuego... Eran la onda, pero nunca tenían un centavo. Tuvieron que separarse para poder crecer y hacer sus vidas, qué cagado. Como sea, que descanse en paz el "Condorito". Es una de las pocas veces que siento que un ciclo termina.
Desde hace mucho siento mi vida como una película, yo soy la protagonista, obviamente, y hay banda sonora, antagonistas y hasta personajes incidentales. Curiosamente, la narrativa no es aristotélica; la cosa es que como que tengo rato esperando a que la película se acabe. El primer día de un nuevo año. El año de Emma, ya lo dije. Tengo resaca, una posible infección en la garganta, la brucella todavía vive y hoy sólo tomé una cerveza. Ya vi unas tres o cuatro películas, tomé coca cola hervida con pasas y sabe qué más. Decidí dejarme llevar. Este año voy a:
So, bienvenido al año de Emma, tenemos dulces y cerveza. |
AutorEcléctico, músico, cineasta y comentarista. Archivos |